27 de noviembre de 2010

Tiempos de.. esta boca es mía.

Ojala las cosas no sucedan así, tengo un miedo supremo al siguiente paso a seguir, de saber que lo más seguro es que no vuelvas a aparecer y convencerme totalmente que se llego al fin de nuestra historia; existe realmente ese fin, y las palabras y sueños rotos se entremezclen en recuerdos alegres y agridulces. Promesas olvidadas, si se nos acabo el infinito, pero no puedo evitar, dejar de decir lo que te digo, te dije, te escribí.. siento con el alma y las manos. y Sabes que realmente me resulta más facíl, escribir que hablar; así tenga la tendencia a escribir de más. 
No te vallas a perder, solo te pido eso, no quiero volver a sentirme abandonada, no quiero seguir con esta tragicomedia, entre ser y estar a tu lado.
Es curioso, por que estoy convencida que nuestra proximidad no es sana para ninguno de los dos. tengo la tendencia a ser un peligro para mi misma, y de la misma forma ser un peligro para quienes se me acercan. inevitable. 


Ya dije y repito desconozco el paso a seguir, o si todo el tiempo entre nuestros cuerpos simplemente se convierta en eso dos cuerpos desconocidos que solían saberse todas sus curvas. 


Pero tu seguirás en eterno silencio, profundo y a la espera de mis movimientos, la verdad prefiero ahora quedarme quieta, y esperar.. esperar ver si desapareces o vuelves a aparecer. 



Más vale que no tengamos que elegir 
entre el olvido y la memoria, 
entre la nieve y el sudor. 
Será mejor que aprendas a vivir 
sobre la línea divisoria 
que va del tendio a la pasión.

No dejes que te impidan galopar 
ni los ladridos de lo perros 
ni la quijada de Caín. 
Que no te dé el insomnio por cantar 
las gaviotas del desierto, 
las amapolas de París.

Te engañas si me quieres confundir 
esta canción desesperada 
no tiene orgullo ni moral 
se trata sólo de poder dormir 
sin discutir con la almohada 
dónde está el bien, dónde está el mal.

La guerra que se acerca estallará 
mañana lunes por la tarde 
y tú en el cine sin saber 
quién es el malo mientras la ciudad 
se llana de árboles que arden 
y el cielo aprende a envejecer.

Y sal de ahí 
a defender el pan y la alegría. 
Y sal de ahí 
para que sepan que 
ESTA BOCA ES MIA.



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