Tiempos de... Empezar.

Cada mañana; empiezo a diario un nuevo caminar; los mapas mentales, el recorrido físico finalmente, las anotaciones en una agenda destartalada y poco colorida; como toda adolescente y aun en el colegio; la Damita, no podía quedarse atrás de sus compañeras; estatura promedio, cuello delicado y perfecto; piernas con las rodillas un poco juntas y manos exageradamente delgadas. perfectas para tocar el piano.
Sin embargo esas artes jamas le interesaron a la Damita. pues sus placeres eran un poco más banales.

En la maleta, un revista vogue, junto con un caja de colores; y su lápiz de labio. No había cuadernos, No había libros. solo eso, En los bolsillos de su falda una billetera, en perfecto cuero teñido y una que otra carta del  recién desechado novio.  (todo perfectamente en un ordenado desorden sobre el pupitre)

- Inútiles - (Suspira en voz baja pensando en el genero masculino)

Damita, no podía creer, que a pesar de su decepción amorosa; siguiera teniendo buenas notas; y que después de verlo a el desecho, bajo su ventana de la casa, no hubiese optado por tirarle el balde de vomito que guardaba en su closet. (Si, ella lamentablemente era bulimica), pero con todo y aquello, no pretendía ir a estudiar por aquellos días.

Tenia la mirada fija, en otro personaje, un rostro pálido y risueño, de ultimo año la miraba desde que atravesó la esquina que dejaba ver las puertas del colegio. para señoritas; y que ella no podía dejar escapar; delicadamente subió un poco más su falda, y través de las grandes ventanas del salón; podía ella; observar como desde el colegio masculino; su siguiente prospecto desorbitaba la mirada. y comenzar así su juego.

***

Él era el perfecto estudiante; una linea inexplicable de buenas notas, cubrían los papeles de cada uno de los maestros; todas correspondientes al mismo personaje. algo risueño y amable, dispuesto a colaborar ante cualquier calamidad; o emergencia.
-curso de primeros auxilios
- curso de electrónica
-curso de dialéctica
- 3 idiomas
- Horas de acción social
- Cuidado de infantes.

No había forma de confundir este personaje, que desbarataba su día entre la beneficencia, el estudio; y un trabajo un poco más sórdido.

**

Damita conocía todo cuanto necesitaba saber, lo único que le faltaba era cuadrar era el lugar y la hora. los costos; ella misma estaba empezando desde mucho más temprano a buscar el descuento.
Para lograr, todo lo que se necesita es entonces fijar la mirada en el punto débil del otro, exagerar una que otra acción. y listo logras cualquier negocio al mejor precio y al más favorable.

Su encuentro con el joven pálido, sucedió en pleno centro comercial, ella sentada leyendo su revista; y acortando poco a poco, la falda, solo a la distancia perfecta para dejar lo suficiente a la debilidad de su presa.

*

- para ti, la primer muestra es gratis.
- No todo es gratis, cual es el precio regular
- ciento veinte mil pesos- (pronuncia él, detalladamente)
- Conozco a alguien que me lo ofrece más barato. y de todas formas se puede conseguir en cualquier farmacia.
- No de esta calidad; esta te hace llegar al cielo y un poco más arriba.
- Sin el precio real, no hay negocio ¿a como la conseguís?
- a 85.
- Listo a ese precio te la pago; no necesito la primera gratis si me la dejas a precio real.
- Es un trato; pero por ser negocio, y como te ofrecí algo antes te dejo la primera gratis; y el resto al precio acordado.



La noche fue estrellada; y la Damita, llego al cielo. solo con una pasta; tal como le había sido prometido.