1 de mayo de 2016

Tiempos de crecer

Pasan los días y la historia de convertirse en un adulto responsable se va colando en las venas y va tejiendo más caminos para enredarse entre las lógicas de una vida de personas serias, responsables que asumen todas sus acciones, pero que en el fondo no quieren dejar de ser niños, no quieren que sus realidades sean tergiversadas por las necesidades de otros, sino ser uno mismo quién tergiversa sus propias realidades, quién sigue jugando a no pisar las rayas en las calles o a hacerte muecas de un lado al otro de la calle con aquellos que son tus compañeros de mal-aventuras.

Es que ser niño significa que las cosas importantes pueden pasar rápido y no tener tanto peso en nuestras vidas, ya que mañana va a ser otro día totalmente nuevo en el que se puede volver a jugar y olvidar en una noche lo que hoy nos dolía, saber que cantando "sana que sana culito de rana"  y sacando la lengua todo podría estar perfectamente a los próximos cinco minutos, sin darle más vueltas a los problemas del día a día; a que no quisiste lavar la losa del almuerzo y que la basura se acumula, que las cuentas llegaron y que tienes que cuadrar todo el presupuesto para todo el año, o de lo contrario llegaras a diciembre a recoger el pan gratis de la panadería, aquel pan que ya nadie quiere. y con todo y eso... sigues enredándote en las cobijas cada mañana y diciéndote a ti mismo: "cinco minutos más" que la alarma aún no suena.

Pero existen quienes el tiempo de crecer queda suspendido en un momento o fueron siempre pequeños grandes adultos pero en ninguno de los casos se pierde algo como lo es sentir y pensar lo que se siente quizás es allí cuando se cruza la linea fronteriza entre los unos y los otros ya que nunca vamos a querer ser responsables de nuestros sentimientos puesto que.. solo es dejarlos salir.


Y yo; yo aún no se si me encuentro más de un lado que del otro..pero por el momento me faltan las palabras y me sobran los días del calendario.


Tiempos a parte. Poco a poco vuelvo a soltar mis letras que quizás con el cuento de querer crecer se quedaron perdidas, pero que espero jamas se queden estáticas.