30 de julio de 2016

Tiempos de Verano

El sudor se escurría tras mis rodillas y cualquier movimiento que yo intentará realizar quedaba reducido a una gota más de sudor que llegaba al piso y se acumulaba con las otras dejando su mancha, el culo sentado lo más al borde de la silla para evitar el mínimo contacto con los objetos a mi alrededor.

Recordaba que en las revistas de moda, y las noticias cotidianas resaltaban la importancia de mantenerse hidratado mientras la ola de calor de la zona: ventanas abiertas, persianas cerradas para mantener la temperatura interna normal, y otras más que no recuerdo. Solo sabía que cualquier movimiento era tan tortuoso como si estuviese afuera golpeada por el calor, con los cachetes rojos y el sudor que iba a seguir corriendo, el brasier no se iba a mover de la cama por más que yo lo miraba y en mi mente sólo podía repetirme mil veces que dejaría de quejarme del clima pero los efectos adversos de este sobre mi cuerpo y mi estabilidad mental hacían imposible que cumpliera mi promesa, 30°..31°...32°...y siguen aumentando.

Nací y crecí en tierra caliente pero todo y ello no evita que el cuerpo pierda la costumbre del calor, ni de la laguna solar que se ve sobre el pavimento, un litro de agua, una cerveza.. un helado lo que sea que pudiese sopesar la imposibilidad de pensar con claridad -