No importa el día de la semana, ni la hora algo de cerveza y una charla en la noche siempre son buenas para darse cuenta de muchas cosas, entre ellas es que te importa un carajo en mundo, que eres tan cínico que todo lo que te rodea te da igual, tan igual como la cerveza que acabas de dejar caer y las letras que siguen dando vueltas sobre el papel con tu letra torcida.
Te das cuenta que no quieres pertenecer a nadie, ni ser un objeto el cual pueden ganar, cómo si fuese el trofeo más grande que se halla visto sobre el planeta, por que simplemente no te aguantas que te vean como una muñeca de carne con la cual se entretienen un rato y luego se deja caer en un vació de ambigüedades, como todo juguete de infante con el cual se divierten un rato ( es la novedad) y luego dejan arrinconado en un rincón hasta que recuerden que esta allí. Y solo cuando el juguete decide andar sólo es que recuerdan su existencia y lloran su perdida. Así como todos los niños que olvidan que tuvieron peluches y se acostaban con ellos en las noches, después cuando crecen es que lo recuerdan y les da nostalgia que ellos ya no estén acompañándolos en sus camas.
De ese tipo de cosas te das cuenta cuando decides caminar con tu propios pies, es en ese momento que recuerdas que aquellos hombres que te han rodeado te tienen como aquel objeto el cual no quieren perder.. no soy nada que se pierda.. ni que se gane.. soy sencillamente alguien que se entrega que se entrega desde el fondo con las agallas, las uñas (los muñones de uñas que tiene), el pelo y los dientes... que no necesitan estar detrás mio, cual perro guardián para saber que me cuido y que yo sola puedo subsistir sin un hombre (macho cabrio) al lado.
No soy feminista, ni soy come hombres, tampoco soy lesbiana o puta, mucho menos machista (falocentrica quizás) simplemente soy alguien que es tan cínico como para no importarle el mundo, como para vivir en una burbuja de imaginación y de incredulidades en las cuales es tan mágico caer enamorada del mar en un instante y en el siguiente... odiar caminar por las calles y que usted.. sí, usted, personaje que anda en un carro, o que anda a pie, o en bicicleta, me mira la pocas tetas que tengo y suelta un medio piropo pervertido que se le ocurrió en el momento, por que simplemente no comprende que como mujer (tengo una vagina - hermosa por cierto) puedo caminar sola, emborracharme y no pertenecer a nadie sólo a mi misma, a mis imaginarios y a mis amores.
tiempos aparte.... - De las mejores reflexiones de la feminidad y el amor es la cuestion del poder y la pertenencia, no queremos perder aquellos seres que hemos ganado.. pero olvidamos que sencillamente no nos pertencen.. esa tiene que guardarse como una nota mental la cual no puede salir jamas de nuestro escritorio mental.. nadie nos pertenece... no ganamos a nadie.. ni perdemos a nadie..el mundo sigue girando..y nuestras emociones por fuertes que sean dirigidas a una persona... no pueden encaminarse jamas al sentido de pertenencia.. el amor es un juego de poder.. para mi eso es falso..el amor no es un juego.. es una complicidad.
2 comentarios:
pero no es de ganar o perder a alguien, a veces el problema esta en que te entregas a cambio de nada, y al final te das cuenta de que el no recibir nada a cambio te deja en un vació infinito. Por que la gente se equivoca al esperar algo a cambio, el amor de verdad no es una lucha de poderes, no es un deseo de carne y lujuria, no es un ganarse a otro. Es en realidad entrega, y es lo que en muchas ocasiones sucede, te entregas y quedas vació, cuando te das cuenta de que la otra persona se va con una parte de ti que nunca volverá, te pierdes a ti mismo y eso es lo que duele, duele cuando te das cuenta de que la otra persona solo esperaba poseerte, no ganar tu confianza y tu corazón, sino obtener su placer y satisfacer sus deseos egoístas. Es allí cuando te das cuenta que en realidad no te amaron, y cuando se dan cuenta de que lo que tenían de ti no lo conseguirán de nadie mas, intentan volver por algo que nunca les perteneció, pero que tu ya perdiste, efímero en el aire en el que se dispersan las preguntas sin respuesta, derretido como lagrimas en los glaciales fríos de unos ojos ya sin alegría y sin esperanza, olvidados en lo mas oscuro de un corazón que cada vez es mas reacio a querer sentir amor, por miedo al dolor. El problema es que ya nadie se entrega, todos poseen, todos quieren algo a cambio, y el amor no es de posesión es entrega. El amor es un sacrificio que ya nadie esta dispuesto a aceptar
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