7 de marzo de 2014

Tiempos para dejar ir.

De vez en cuando, vamos acumulando palabras en la mente, recorres a diario lo dicho y lo no dicho, lo escondido y lo que todo el mundo escucha, te recubres de frases y de letras que se encargan de ir llenando espacios que no puedes concebir en blanco.
Cada espacio encaja cómo si fueran, fichas de rompecabezas mal puestas, pero que quieres que permanezcan allí, sin hacer ruido, quedándose calladas, pero después pasan los relojes con su eterno ir y volver. con sus caminos imaginados y olvidas que no quieres seguir mirando las horas que pasan.
En tu mente vuelves al río, pero sigues en silencio y los acumulas, hasta que es necesario dejar que las palabras corran, se escapen de las manos y tomen su propio vuelo, eres responsable de ellas, de los sentimientos que vienen en estas, les das forma y logras una idea coherente y esa es dejar ir.. dejar perder los días.. y empezar a olvidar.
Sin culpas, sin remordimientos.. construyendo y reconstruyendote, por que, se vuelve una necesidad seguir dibujando, seguir escribiendo y volver a caminar, sin el peso del olvido pero con los recuerdos intactos.

Y me voy por nuevos días.. nuevas palabras! - por que mi silencio dejo demasiados vacíos y demasiados egos atados a tu cuerpo.
El que quiero ahora, es un algo diferente. Crecer y aprender a estar allí sin morir en el intento. despertarme con los brazos abiertos y las manos al aire, no sentirme necesitada ni necesitar.





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