28 de febrero de 2014

Tiempos de sillas de cafeteria

Para cada sonido en la música hay una letra... un símbolo, una imagen, para cada sentimiento también.
y mi mente sólo logra captar las mismas imágenes, una pantalla y unos símbolos que ya son cotidianos. un circulo verde al lado de un nombre, que puede ser el de cualquiera, una pantalla con logos azules y blancos y un cuadro blanco, preguntándote que piensas.

Pero simplemente no pienso nada, la luz blanca entra por mis ojos, todo un mundo perfecto  y de proyecciones se viven justo delante de mis manos. La espalda derecha, los codos pegados a mi cuerpo, una distancia equivalente entre mis manos y mis pies jugando al frente en la pared, ubicándose mejor pero sin dejarlos quietos. la panza doblándose un poco y la mirada fija, sin parpadear.

Del otro lado del circulo verde una figura parecida, inexpresiva. Pero, a la espera de tres puntos suspensivos que se mueven a la par, del movimiento del las manos, que de un momento a otro aparecen y desaparecen, y que finalmente llegan con un acumulado de imágenes que podemos leer.

Al rededor, varias sillas metálicas, unos ojos claros, un café, y gente que se sienta con la mirada al frente, algunos murmullos, algunos corrillos, algunas canciones, tan solos como cualquier otro y tan acompañados cómo aquellos que esperan una respuesta que carece de físico, más allá del símbolo.

Me miras, te miro y olvidamos lo que es el contacto con el otro, me hablas pero realmente no te conozco. suelo tener las manos frías y la boca entre abierta por la rinitis. El sonido continua es cómo el tictac de los relojes pero vas más rapido ( clackclack, clo, cla, clack) -

Desde hace mucho deje de coordinar imagenes, con palabras, sonidos con letras. mis ojos siguen pasando rapidamente frente a la pantalla iluminada, mientras recuerdo que sólo es cerrarla, desplegar las piernas y acercarrse al mostrador para pedir otro cafe y otro cigarro.

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