En su cabeza rondaban una y otra y otra vez las mismas palabras, lo que debió haber dicho, lo que no, lo que pudo haber sucedido solo si, y solo si. pero no fue así, y en eso llevaba horas perdiendo su habilidad mental.
Saco de su cartera un aparatejo electrónico y empezó a jugar en el uno de los juegos más rutinarios de todos, un tetris, en el que las fichas encajaban a la perfección.. las fichas caían y mágicamente ellas las ubicaba en el orden correcto. Pero mientras tanto en su cabeza seguía maquinando- ya que tuvo el plan maestro en las manos, tenia la forma de lograr su cometido sin dejar evidencia, pero olvido un factor importante, el que le vendió el celular, con el que asesino al hijueputa ése, la conocía, y pues conocía el modelo y las referencias de esté- ahora solo le tocaba esperar y le tocaba seguir maquinando lo que la policía haría al encontrar en el piso un hombre tirado, con la cara desfigurada, las tripas distendidas y los labios azules.
En uno de sus juegos sexuales, le había pedido que se lo metiera a la boca, que lo succionara, pero el muy idiota no sabia que toda la carcasa del celular estaba impregnada de una cantidad exagerada de litio, extraído del mismo aparato- succión que fue la última que realizo antes den darse cuenta que había sido timado por ella, y que aquello que ella más detestaba en este mundo era: que no llamara cuando había dicho que el iba a llamar.
Tiempos Aparte: http://www.mind-surf.net/drogas/litio.htm
Llevaba tiempo pensando en este asesinato - un pequeño relato algo incoherente pero sagaz -
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