su cuerpo se torneara y la ropa que hace mucho tiempo le quedaba al guante, le volviese a entrar sin discutir con las cremalleras o con los botones que se estrellaban contra las paredes al tratar de cerrarlos.
Con ello sabia de antemano que no iba a lograr nada, que sus caderas crecerian a la par de sus miedos y que la proxima vez que saliera ha ejercitarse, el piso se le moveria como se le movia en ese preciso intante, cada paso que daba era un paso en falso, el asfalto se convertía en una masa heterogenea de colores que se iban mezclando, cada vez más se ese asfalto se le asemejaba a la masa cruda de cualquier pasteleria, en su estomago que por el momento solo guardaba una pequeña pastilla que solo evitaba que ella enloqueciera de un momento a otro - se iniciaba el sonido que ella ya reconocía... tenia hambre..pero no se iba a saciar con cualquier cosa, ya lo había intentado antes... satisfacer sus hambres y sus deseos con cualquier cosa.. ahora lo que necesitaba era algo que relativamente la estabilizara.. no que le frenase el ritmo cardíaco sino que disminuyese su frecuencia a un nivel soportable... y se la acelerara hasta la sensación de caída.. en una masa uniforme
de un momento a otro.. todo cambia de color... se va el cielo.. se difuminan los arboles.. y se pierde el sentido... la ultima imagen quedaba rondando en su cabeza... y ya tenia consigo el decálogo de aquello que le quitaría realmente ese hambre que se le había metido a sus huesos y que la dejaba tirada en mitad del parque, mareada y sintiendo como toda esa oscuridad le daba vueltas a su alrededor .
1 comentario:
Lo último para pensar es en esa pasta que aún después de los años sigue sin hacer efecto.
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